sábado, 13 de junio de 2015

DISCURSO DEDICADO PARA LAS MADRES

Tenga todos muy buenas tardes
En este día tan especial, nos honramos ante la mujer que nos trajo al mundo. Nuestra madre ha sido por siempre el ser con el amor más puro. Desde que estamos en su vientre iniciamos una relación de amor con ella. Nuestro corazón y el de nuestras madres laten al mismo tiempo y cuando por primera vez respiramos el aire del mundo, lágrimas caen de sus ojos por la llegada de un nuevo ser que será la razón de su existir.
Cuando una mujer se convierte en madre su vida cambia por completo pues su alma y la de sus hijos se vuelve una sola. Es tan grande el amor de una madre por sus hijos que no dudaría en dar su vida por ellos. Con solo mirarnos nuestra madre puede saber cómo nos sentimos y con una de sus caricias hasta las penas más grandes se alivian.
A una madre no le importa la adversidad cuando se trata de sacar adelante a sus hijos, a una mujer no le hace falta fuerza ni valentía cuando se trata de defender a sus hijos, ellas son capaces de todo por vernos felices y protegidos. Las madres son capaces de sacarse un pan de la boca para dárselo a sus hijos y también son capaces de apoyar a sus hijos cuando todos les han dado la espalda.
Así son las madres, su amor no conoce de límites ni dificultades cuando se trata de los suyos. El mundo sigue hacia adelante, los hijos crecen y parten de casa pero la madre siempre los lleva en su corazón y aun cuando una madre se va para siempre de este mundo, cuidan de nosotros desde el cielo, observándonos con cariño y cuidándonos de todos los peligros.
Para nuestra madre siempre seremos sus pequeños, para ella nuestra sonrisa siempre será como la de un niño, para nuestra madre nunca habrá una acción mala de nuestra parte, para nuestra madre solo será una travesura más.
No podemos olvidarnos de las mujeres que a pesar que no trajeron al mundo a un hijo se comportaron como verdaderas madres y siempre se sacrificaron al máximo para darles lo mejor, en especial ese amor capaz de transformar cualquier corazón.
Tampoco nos olvidemos de aquellas mujeres que se convirtieron en madres de sus nietos y que los educaron y quisieron más que a sus propios hijos. Todas las madres son mujeres únicas e incomparables, todas las madres llevan en su alma parte de nuestra vida, todas las mujeres que son madres merecen ser llamadas ángeles del cielo.
El amor de Dios lo vemos reflejado en el amor de una madre: incondicional, sincero, único y me gustaría decir todas las características del amor de madre pero el tiempo no sería suficiente.
"El amor de una madre por un hijo no se puede comparar con ninguna otra cosa en el mundo. No conoce ley ni piedad, se atreve a todo y aplasta cuanto se le opone".

En nombre de los docentes de la Escuela de Educación y estudiantes de profesorado y licenciaturas en educación, les deseamos un feliz día de la madre, esperando lo disfrute.

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